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Aisa KulimiSáb Mayo 04, 2019 8:17 pm
Aisa Kulimi
Mensajes : 72
Aisa KulimiD-1
Aisa caminaba por la playa junto a su leal compañero Digimon, Mazda, quien no murió por nuestros pecados, pero aún así era mas puro que.. que algo muy puro. Llevaban mucho tiempo ya rondando por las playas del Mundo Digital, pero hacía bastante que no pasaba nada interesante. Eso era bueno, pues sus últimas aventuras en estas playas habían sido... curiosas.
Ésta vez, sin embargo, el destino les tenía preparado algo diferente, pues entre todas las bizarreadas que ocurren en el mundo digital, a veces, muy de vez en cuando, ocurre algo inexplicable y maravilloso. Un misterio sin respuesta alguna, y que te recuerda que éste mundo, cuando se lo propone, puede ser un lugar increíble que desafía toda lógica.

Ambos llegaron a un puerto donde había una multitud de negocios muy diferentes. Pescaderías, bares, tiendas de ropa marina (lo que resulta un negocio muy especifico, por cierto), y un astillero. Pero había un negocio que lucía visiblemente nuevo, con una larga muchedumbre de Digimon frente a éste. Aisa caminó hasta el para ver a qué se debía todo el alboroto, y pudo ver un enorme letrero en la ventana de éste: "Próximamente: Tienda de Caviar del Capitán Hookmon". Un negocio nuevo? Eso explicaba a todos los Digimon ahí presentes.
Aisa se alejó un poco del negocio para salirse de la multitud curiosa, y al salir, detrás de Mazda vió un... Conejo blanco? Era difícil saber qué había visto exactamente, pues tan pronto lo vió, éste desapareció, como si se hubiese tratado de un espejismo o un fantasma. Éso había sido real? Aisa trató de no pensar en ello, probablemente había sido su imaginación.

Ya estaba oscureciendo, por lo que entraron a una posada que se encontraba en aquel puerto, y una vez dentro de su habitación, se prepararon para descansar. Aisa se tiró a la cama, y descansó un poco, pero pronto notó otra vez algo extraño... Esta vez, en la ventana de la habitación, lo que era extraño considerando que ésta se encontraba en la planta alta de la posada. Otra vez, lo que vió era un conejo blanco, pero ésta vez no desapareció al instante, y la miró fijamente. Ella pudo observarlo con suficiente cuidado para entender qué era. Era un Digimon que ya conocía, Lopmon, pero éste era diferente a los Lopmon que había visto antes, pues era color blanco.
-La tienda... Los Digitama... Aquellos que no han nacido podrían jamás nacer- Dijo el Lopmon blanco, o eso pensó Aisa, pues aunque éste claramente había hablado, en ningún momento movió sus labios.
-Aisa- Dijo entonces Mazda, lo que inmediatamente hizo que ella voltease a verlo. Mazda estaba reflejando en dirección a la ventana, y a pesar de que su espejo reflejaba todo a la perfección, no podía captar la imagen de aquel Lopmon. Al ver eso, Aisa volteó otra vez hacia el Lopmon, quien dijo: -Ayúdame a ayudarlos...- . Aisa parpadeó, y de pronto el Lopmon había desaparecido otra vez.

Iba a ayudarlo? Pues, sí. Aisa creció en una tierra donde la tradición y el folclore eran elementos muy importantes, por lo que ella consideraba que si un... espíritu? pedía su ayuda, ella debía ayudarlo. No había duda alguna acerca de ésto. Pero, por otro lado, había sucedido algo casi tan increíble como ver un espíritu! -Mazda, tu acabas... de decir el nombre de Kulimi??- Le preguntó Aisa a Mazda, sorprendida. Eso si: era una sorpresa agradable.
-Hola, mi nombre es Iñigo Montoya! Tu mataste a mi padre! Preparate a morir!- Dijo Mazda, volviendo a sus incoherencias de siempre. Aisa se vio visiblemente desilusionada al oírlo.
-... Pues, vayamos a ver lo que aquel Lopmon nos indicó. Dijo algo sobre una tienda, y huevos, y se oía como si se tratase de una urgencia, por lo que Kulimi supone que debe referirse a la tienda de caviar, verdad Mazda? Después de todo, el caviar es huevo de pescado-
Mazda asintió, y ambos entonces salieron de la posada para dirigirse a aquella tienda, que se encontraba cerrada y sin forma de ingresar en ella para ver el caviar que ésta vendería. Quizás... debía forzar su ingreso? Aisa confiaba en que si un espíritu le indicó este lugar, y le avisó que éste era un asunto urgente, forzar su ingreso estaría justificado. Pero... y si alguien la descubría tirando abajo la puerta? Seguramente habrían problemas. La joven hawaiana pensó y pensó, hasta que finalmente concluyó que podría hacerlo parecer algo accidental, o... un acto de la naturaleza!
-Mazda, lanza tu viento contra esa ventana! Quizá puedas romperla y que se vea natural- Le ordenó a su Digimon, quien llevó a cabo la orden, agitando su abanico y lanzando un fuerte viento contra la ventana, que se rompió tal y como había planeado. Inmediatamente, se metieron al negocio, pero apenas pusieron un pié en éste, un alarma empezó a sonar.

-Kulimi no tomó ésto en cuenta. Debemos apresurarnos!- le gritó a Mazda, pues el alarma sonaba muy fuerte y si hablase normalmente, Mazda probablemente no la oiría. Aisa corrió con su Mirrormon a su lado hacia el fondo de la tienda, donde se encontraba el depósito con la mercancía. Apenas llegaron, pudieron notar que ... pues sí, eran huevos, pero no era caviar precisamente... Eran huevos de Digimon!
-Pues claro, aquellos que no han nacido no podrán nacer si se comen los huevos! Ahora tiene sentido- Sin embargo, en ese momento, pudo oír como se reunía una muchedumbre fuera de la tienda. Entre las voces de la muchedumbre, había una que resaltaba, aún por encima del ensordecedor sonido de la alarma. -Arr... !! Qué ocurre aquí!? Qué ha ocurrido en mi tienda!?- Definitivamente se trataba del dueño, Hookmon!
Éste se apresuro en ingresar a la tienda, pero en vez de revisar si alguien se había robado algo en la caja, se dirigió directamente hacia el depósito. Definitivamente, él sabía que su mercancía era "controversial".
Al ingresar, pudo ver a Aisa y Mazda, que no habían encontrado una forma de huir sin ser vistos, pues no había una salida trasera del negocio, y la parte frontal del negocio se encontraba completamente rodeada de Digimon curiosos por todo el escándalo.
-Quieren sabotear mi negocio, verdad?- Dijo el Hookmon amenazante, y apuntando el cañón de su brazo hacia ellos.
-Mazda, es un Digimon nivel Champion... No hay forma de que podamos derrotarlo en un combate- Le dijo Aisa a su compañero, pero luego miró al Hookmon, quizás podría razonar con él? No, éste Hookmon sabía que ellos se habían percatado de que los huevos que usaría para su caviar eran Digitamas, y claramente no quería que ésto se supiese.
-Usar Digitamas en lugar de huevos de peces está mal!- Protestó Aisa.
-Son Digitamas de Digimon marinos... no hay diferencia!-
-Sí, éstos Digitamas contienen formas de vida inteligente! Con vidas por delante, como tú- Intentó razonar Aisa, aunque en el fondo sabía que sería inútil.
-Éste puerto no conoce la diferencia del caviar normal y los Digitamas de Digimon marinos.... Y jamás verán a un bebé si se lo comen antes de que nazca- Respondió el Hookmon. Aisa se sintió asqueada.

Mientras discutían, un digitama empezó a moverse y a agrietarse... Un Digimon estaba apunto de nacer! Al igual que Aisa, Hookmon posó su atención en éste huevo, dejando de apuntarle a ella para apuntarle a éste. -Si no sale de aquí... Nadie se enterará-
Afortunadamente, como ya no apuntaba hacia ellos, Aisa pudo actuar, quitándose su abrigo y arrojándoselo en la cara al Hookmon, que quedó temporalmente cegado, y debido a su falta de manos, tenía dificultad para quitárselo de encima. Aisa rápidamente tomó aquel huevo y huyó de la tienda con Mazda, corriendo hasta el frente de ésta, y finalmente saliendo, quedando frente a la multitud, que no entendía qué ocurría.
-No es caviar!- Gritó Aisa a la multitud, pero tratando de recuperar el aliento tras huir del Hookmon. Los Digimon la miraron confusos. Ellos veían un huevo que salió del mar junto a ella, no veían nada extraño... Hasta que aquel huevo terminó de abrirse, y de éste salió un Pichimon. Al ver ésto, los habitantes de pueblo portuario comprendieron horrorizados qué iba a vender el negocio que esperaban con tanta expectativa. Hookmon salió de la tienda, ya sin el abrigo cubriendo su cara, y vió al Pichimon, y luego a los habitantes del lugar, que se veían visiblemente molestos.
-...- Hookmon quedó en silencio. Se había percatado de que ya había valido, y que aquellos pueblerinos lo destrozarían. El pirata pensó rápido, y notando el suelo de aquél puerto, poco grueso y de madera, disparó hacia el piso, creando un agujero por el cual saltó para huir.
Ya era problema del agua, y al menos sabían que luego de ésto, no podría volver a mostrar su cara por estos lares. Los pueblerinos les agradecieron a Aisa y Mazda por ... bueno, haber evitado que coman bebés, y prometieron devolver los digitamas al lugar al que pertenecen.
Luego, un Woodmon se presentó como el alcalde de aquel poblado portuario, y tras agradecerles, les ofreció comida gratis durante su estadía en aquel poblado. Aisa aceptó aquél gesto, aunque no tenían pensado quedarse mucho tiempo ahí, y miró hacia la ventana de su habitación en la posada...
... El extraño Lopmon blanco estaba ahí, sonriendo gentilmente, y luego se desvaneció en el aire...
Aisa comprendió que había cumplido con su pedido.

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The EntitySáb Mayo 11, 2019 9:32 pm
The Entity
Mensajes : 95
The Entitymaster
COMPLETADA
Por favor pase a colocarla en la cronología.

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