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The EntityDom Sep 02, 2018 1:33 pm
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Ambientación


Digital World se ha convertido en un fenómeno de masas multiplataforma, disponible en descarga gratuita solo en Japón con apenas unos meses desde su lanzamiento. El videojuego de la nueva era, ofrece un sinfín de posibilidades dirigiendo la vida de tu propio monstruo digital, los llamados “digimons”, quienes convivirán con los de otros jugadores, quienes tomarán las decisiones que afectan al crecimiento y moral de sus digimons.

Algunos jugadores, recompensados por sus elecciones, forma de juego o ideología, ganan el privilegio de recibir el código que lo convertirá en rey de dicho mundo, desbloqueando nuevas opciones y ventajas. Parece ser una leyenda urbana, pues nadie ha podido demostrar que exista ese código. Encarnarás a uno de los jugadores que ganaron el código Re: Assembly, pero no podrás presumir de tu logro... ¡Pues ese mismo código te transportará al Digimundo! ¡Donde al parecer cierta pequeña criatura estuvo observando desde el otro lado todo el tiempo!

Como uno de los tamers, portadores del digivice, ayudarás a tu compañero digimon a evolucionar, y vuestras aventuras ayudarán a que el digimundo cambie a vuestros intereses, aunque el resto de jugadores no comparten esos ideales. Lucha para proteger, conquistar o sobrevivir en esta nueva aventura. ¡Elige tu digivice! ¡Abre la puerta!

¡Digimon, Re: Assembly!


Última edición por The Entity el Miér Ene 30, 2019 3:58 pm, editado 1 vez

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The EntityMiér Ene 30, 2019 3:46 pm
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El Juego

Digital World, el juego de los llamados “monstruos digitales”. Nadie sabe muy bien de dónde salio, pues solo era un juego más disponible en la red, pero su éxito lo ha convertido en el juego de moda. Entre sus méritos, se destacan su función multiplataforma, se pueda jugar desde variados dispositivos (móviles, ordenadores, consolas... Incluso dispositivos de VR) y la propuesta de juego, la cual permite interaccionar con un mundo abierto por medio de diferentes mecánicas y desafíos.

Al configurar la cuenta (en la que introducimos un nickname y un correo o teléfono para confirmar), el juego comienza con unas preguntas rutinarias sobre qué esperas del nuevo mundo a explorar. Cuando finalices, te proporcionarán un huevo en un hábitat concreto (zonas donde tenemos un clima y ambientación claros: volcanes, cuevas, bosques...), y la aventura arranca con el nacimiento del monstruo digital. Cuando el huevo eclosione, desbloquearemos la primera etapa, Baby/Bebé/Cría I, una pequeña babosa que poco puede hacer más que disparar burbujas.

Toda acción que emprendamos desde ese momento supondrá una ganancia de experiencia: explorar, comer, combatir, interaccionar con otros monstruos... Y esa experiencia queda registrada en la cantidad de DigiPoints (DP), el recurso con el que mejoramos a nuestro monstruo. No solo sirve para mejorar sus características, también es el recurso que usamos para comprar nuevos personajes (consiguiendo más huevos) y digievolucionar, pasar a un nuevo nivel. De Baby I a Baby II, donde el digimon manifiesta rasgos de su zona y especie (Dragon Roar, Nature Spirit...), y si logramos criarle de un modo adecuado, por fin pasará a Rookie/Standar, un verdadero monstruo con poderes concretos.

Ya depende del jugador si prefiere dedicar su tiempo y esfuerzos en un único digimon, o si prefiere ampliar su catálogo, dado que cada digimon empieza en una zona diferente, permitiendo ver nuevos monstruos y aprender nuevos ataques. El juego presenta un sistema de autogestión, por lo que al jugar con un digimon podemos asignar órdenes al resto de nuestros monstruos para que trabajen, entrenen o exploren. Cada que rotemos el personaje, vemos que estos han estado cumpliendo sus comandos, lo que permite que juguemos con varios en paralelo.

Una mecánica más del juego, es que los digimons poseen unos valores de Disciplina (si ejecutan o no nuestras órdenes), Felicidad (que incrementa la ganancia de DP's) y Salud (que informa si están bien alimentados, limpios y sanos). En caso de que los parámetros decaigan por nuestra gestión, los digimons pueden enfermar y morir, o que perdamos el control sobre ellos. No es un juego para todo el mundo, pero, ¿qué otro videojuego permite una interacción así?

Además, la propuesta de juego concede plena libertad a sus jugadores, que pueden interactuar con el mundo abierto del modo que más disfruten. El código Re: Assembly transforma las experiencias de juego en un digivice, reduciendo la cantidad de DP's a cero para crear el dispositivo, vincular al humano con uno de los digimons presentes en su cuenta, y transportarlo al mundo digital. Por ello, el tipo de digivice asignado puede derivar de tu modo de juego, y a continuación se dispone una lista que entrelaza la jugabilidad de Digital World con los digivices disponibles.

D-1 -
A medida que cuidamos un digimon, su esperanza de vida aumenta. Si no enferma, si es feliz y disciplinado, el jugador disfruta de mayor tiempo para jugar con ese personaje sin que un molesto “Game Over” informe de que ha muerto. De hecho, si se cumplen ciertos logros ocultos, el digimon adquiere una marca o “emblema”, lo cual le proporciona ventajas sobre el resto de digimons de la misma etapa. Al parecer, cada digimon tiene sus propios logros, y no hay guía alguna o consejo para desbloquearlos.

D-3
Sí es cierto, que a cambio de una ingente cantidad de DP's, podemos convertir ese emblema en un ítem llamado DigiHuevo/DigiArmadura/DigiMental, que permite al digimon acceder a una nueva forma muy poderosa, pero durante muy poco tiempo. Lo bueno es que este ítem puede soltarse en el mapeado para que otro de nuestros digimon lo recoja, sirviendo para que el emblema aplique a otros, siempre que no importe la desventaja que trae su uso reiterado. Muchos dedican su partida a desbloquear estos ítems para venderlos.

D-Arc
De todos los minijuegos que ofrece Digital World, sin duda el más popular es su Trading Card Game. Podemos conseguir diferentes cartas para componer mazos para competir o coleccionar. Las cartas de cada zona son distintas, por lo que la exploración y el comercio de estas forma parte de su encanto. Incluso hay quienes las venden por dinero real. Los arquetipos se centran en los colores Rojo, Azul, Verde, Negro y Amarillo, disponiendo cada uno de sus propias cartas de mejora y estrategias concretos.

D-Scanner
A cambio de una cantidad generosa de DP's, un digimon rookie puede transformarse en un “spirit”, un item equipable que transforma a otro digimon en el mismo monstruo que transformamos en estatuilla. De este modo, perdemos un digimon pero ganamos un “back-up”, una copia de seguridad que ayuda a mejorar otro digimon que dispongamos en nuestra galería. También podemos encontrar estos ítems ocultos en diferentes escenarios o comprárlos en tiendas (o a otros jugadores).

IC
Los combates del juego se dividen en dos categorías: lucha contra NPC's del escenario, digimons conflictivos con una marca llamativa y los DP's que disponen (y conseguiremos al derrotar) o el combate contra otros jugadores (PvP), donde se apuestan DP's. Al derrotar a un NPC, podemos elegir dejarlo con vida o acabar con él, dando la segunda opción más DP's a costa de reducir nuestra Disciplina y Felicidad. Las peleas permiten aprender nuevos ataques y poderes, siempre que nuestro digimon sea compatible con las técnicas del oponente.

D-Rune
Digital World dispone de un lenguaje propio, disponible en tiendas, artículos e incluso documentos. Los jugadores pueden interaccionar usando el “chat” con otros jugadores, compartiendo información, o completar misiones que desbloquean letras y expresiones que podremos traducir. De este modo, desbloqueamos nuevas rutas e interacciones con NPC's, pudiendo conseguir nuevos objetos o poderes.

En cuanto a la marca, el juego ya dispone de anuncios e incluso contratos con otras compañías para sacar al mercado productos derivados (adornos, peluches, juguetes...), cosa sorprendente dado que la franquicia solo lleva en activo un par de meses, pero el ser un juego gratuito (microtransaciones aparte), su accesibilidad y juego variado ha hecho que ya se oigan rumores de su exportación a otros países e incluso de la creación de un anime. De momento, su éxito en Japón está asegurado, ya que reúne todos los tópicos que tanto disfrutan los nipones.




Los Jugadores


El producto apunta a un target de 14-17 años, lo que explica el tipo de publicidad y el mercado por el que se mueve, aprovechando su ambientación llamativa y colorida. La mayoría ven en el juego una forma de escapar de la rutina o de vivir aventuras, un entretenimiento. Esta no es la historia de poderosos caballeros o de genios del mal, solo gente que juega a un mismo juego. Pero entonces, ¿todos los jugadores siguen un mismo rasero, son igualmente insulsos y sin edulcorar? No exactamente, y es lo el presente apartado intenta explicar.

Nos movemos en un contexto realista, es decir, que las vidas de los personajes deben sustentarse en una base coherente. Lo que puedes ver normal en otras series y ambientaciones, aquí chocan. Dedica unos minutos a valorar si en digimon, esas ideas serían posible, y documéntate para explicarlas bien en la ficha. No queremos campeones olímpicos de 14 años, o dueños de multinacionales, o superdotados sin mayor indicativo o especialidad que “todo se le da bien”.

No nos interesan personajes perfectos en todo ámbito o campo, ni tampoco almas en pena sobrecargados de traumas, ya que ambos modelos (tanto por exceso como por defecto) no solo rompen con el ideal realista al que aspiramos, sino que supondría un problema en cuanto a metas y objetivos. Los primeros ya han alcanzado todos los propósitos, y los segundos no van a salir de esa espiral depresiva, y en ambos casos, dedicarle tiempo a un juego online no va a suponer ningún cambio, ya que estos personajes se diseñan para que perduren así a lo largo del tiempo.

Claro que los personajes pueden tener habilidades, talentos y traumas, pero todo eso constituye una “base”. Más que colocar en la ficha “es un portento”, y que dos líneas se dediquen a exponer sus talentos, aclara qué intereses tiene, y alcánzalos a medida que se desarrolle su historia por el rol. Es más creíble que un personaje demuestre sus competencias atléticas, sus conocimientos sobre exploración o supervivencia, o su talento para hacer nudos a lo largo de varios temas en los que vaya desarrollando sus habilidades más que un don innato e intrínseco.

Obviamente, contra más edad tiene un personaje, más detalles querremos saber sobre él (ha vivido más), pero esto no justifica que “ya domine a la perfección” sus intereses, sino a qué apunta. Un adolescente de 14 años puede interesarse por unos temas o pensar ya qué quiere estudiar de mayor, mientras que un universitario ya debería indicar qué carrera estudia. A la hora de iniciar el rol, ambos empezarán desde el mismo punto: no tendrán ningún aval, ambos tendrán las mismas opciones de progreso. En este caso, la diferencia de edad y tamaño se tendría en cuenta en una disputa, pero tenemos otros valores a considerar, como el digivice y el digimon.

Hay que entender muy bien lo siguiente: Partes siendo una hoja en blanco. El foro permite un desarrollo progresivo, y es que en la tienda existen los codes, una sección donde los bits pueden servir para que el tamer adquiera herramientas que le ayuden a explotar sus talentos en el digimundo. El digivice reafirma las habilidades naturales del personaje, y por ello, su elección puede servirte para justificar las virtudes (o defectos) del personaje, y es que dando un rápido vistazo, tenemos:

  • D-1 y D-3: Digivices impulsados por el carisma. Las habilidades sociales y la relación con el digimon despiertan las ventajas de este digivice, transformando una personalidad remarcada en un recurso valioso.
  • D-Arc y D-Rune: Digivices enfocados en el conocimiento. Sus ventajas te permiten componer estrategias aprovechando el entorno y los recursos, haciendo uso de saberes concretos y cultura general.
  • D-Scannere IC: Digivices enfocados en lo marcial. Dado que permiten un combate directo, el personaje debería conocer algún arte marcial o estilo de pelea, aplicando esas técnicas a sus nuevos poderes.

Con esto, no significa que por usar D-1 tu personaje deba ser un negado en los deportes. Eres libre de incluir, por ejemplo, que le gusta el béisbol, solo que dicha afición no puede colocarle como un portento millonario en dicho deporte, o concederle una habilidad sobrenatural a la hora de lanzar objetos o luchar con palos. La temática es digimon, y por ello, estos cobran una importancia mayor que las virtudes del personaje.

Todos empezamos sin nada, solo con la compañía de nuestro digimon y el digivice. De nada sirve extender la historia justificando nuestra fortuna, encanto o fiereza cuando nada avala esos méritos. La ficha no es un documento que justifique ventajas sobre el resto de usuarios. Es un primer contacto, saber cómo se ve el personaje, qué piensa de la vida, cómo ha llegado al mundo de los Digimons. ¿Y el resto? Dependerá del digivice elegido, de su digimon de las aventuras que vivan.

Un tamer con IC tiene un aval mayor para justificar su talento combativo que un usuario de D-3, pero esto no significa que sea “mejor”. Simplemente, cada digivice ofrece un modo de progresar distinto, pero todos están regulados para ofrecer ventajas similares (en cuanto a combates, supervivencia, exploración...). Solo que el IC permite a su usuario combatir con digisoul, y el D-3 hacer uso de las digiarmaduras. Cada uno mejora al equipo de un modo distinto, y esperamos que se entienda que, simplemente, queremos evitar que a todos se le den bien todo.

Del mismo modo que elegir como compañero un digimon distinto ya ofrece una serie de ventajas limitadas, el digivice funciona del mismo modo. Agumon puede prender hogueras y atacar con fuego, Gomamon es un excelente nadador y puede explorar los mares, Biyomon puede sobrevolar el lugar y hacer uso de su buena vista... Y un D-1 puede sanar enfermedades, un D-scanner puede hacerte atacar con rayos y un D-arc adaptar a tu digimon a la situación. Puede que empieces sin nada, pero el digivice y tu compañero ya suponen una ventaja inicial.

Enlaza la historia que quieres contar con su digivice y digimon correspondiente, y entiende que, como todo videojuego, deberás conseguir logros mediante la experiencia, no basta conque lo desees. La ambientación es Digimon, y nadie nace sabiendo. Lee las reglas, respeta la temática, disfruta, y hazte un nombre en este nuevo mundo.





Los Digimon


Para ellos, el mundo digital supone una realidad distinta. Ellos no pueden ver los nicknames sobre las cabezas de los digimon, ni tampoco leer el chat con el que los jugadores. Para ellos, la vida comienza saliendo del huevo, rodeados de sus semejantes sin mayor orientación que el nombre de su especie (siempre terminado en -mon) y un conocimiento innato sobre sus habilidades. Nunca han visto un digivice, ni a un humano, y simplemente han disfrutado de la vida que su entorno ha ofrecido.

Algunos de ellos digievolucionaban, pasando a una nueva etapa Bebé, e incluso a Rookie/Standar/Novato, pareciendo ya verdaderos monstruos. Para ellos, la noción “digital” es una realidad diaria, pero no tienen concepción acerca del mundo en el que se mueven. No saben que son datos, ni que viven en un ordenador, ni mucho menos que para la mayoría son personajes de videojuego. Simplemente, piensan que “digital” es una forma de referir a distintas cosas de su mundo, generalmente todo lo que no sea un monstruo: la digicarne, las digisetas, los digipeces y todo eso se nombra de aquella manera.

Depende de la zona, los nombres pueden variar, ya que las cosas suelen nombrarse por su sabor, color, olor, apodo o referente humano (claro que sin saber de dónde salieron los datos para conformarlos): la fruta verde puede llamarse digipera, la digianchoa pez salado, y la digimostaza hoja picante. Generalmente, los digimons de la zona sí usan los nombres más complicados (por ejemplo, los Deep Savers conocen las especies de pescados y mariscos, mientras que otros digimons le dirán “digipez” o “pez algo”). Aunque por el clima, cuidado u otras técnicas, no es raro que se produzcan mezclas o cosas tan curiosas como una manzana azul, pero estas especies tan exóticas no suelen durar mucho (dado que su consumo se hace masivo).

Sobre los conocimientos que dispone un digimon, poseen un saber innato sobre los productos de su zona (ya sean frutas, carnes o peces), así como su especie y los movimientos especiales que puede usar. También disponen de una “intuición” que les hace poder identificar otros digis de su mismo nivel, siempre que compartan zona. Un Agumon sabría que Ryudamon escupe espadas en lugar de llamaradas, pero no sabría qué es un Tentomon ni mucho menos qué puede hacer, y tampoco sabría qué es un Greymon, dado que nunca han visto uno. El nivel Campeón solo es una leyenda, nacido de la obviedad de que han pasado de Bebés a Novatos, así que creen que existe, al menos, otro nivel más. Por esto, muchos digimons han comenzado a actuar de modo agresivo, buscando un modo para digievolucionar de nuevo. Para ello, algunos intentan almacenar bits, la moneda de su mundo, o datos, los recursos que libera un digimon al morir.

La interfaz del Digital World (el videojuego) les es desconocida, pese a que los jugadores les han estado enviando comandos, instrucciones que ellos podían  seguir (o no, según su nivel de Disciplina), pero con la percepción de que esto se trataba de un “instinto”, un “sexto sentido”. Quizás el primer digimon que decidió ir a explorar el mundo ya estaba siendo guiado, sin saberlo, por un jugador. Los digimons, a su vez, han ido acumulando DP's sin darse cuenta, cangeables estos por distintas ventajas que han ido gestionando los humanos, como mejoras u equipamientos. Cuando la cantidad alcanza el objetivo secreto, el digimon manifiesta el código Re: Assembly, una fecha que va en retroceso informando de que “algo” pasara.

Siendo los digimons con un mayor vínculo hacia sus compañeros humanos, algunos han visionado, por sueños, vigilias o visiones, el cambio que supondrá la llegada de “ellos”, una intuición tan fuerte, que para ellos no había duda. Tomados por locos, la mayoría han decidido callar, e incluso han sido repudiados, pues esa cuenta regresiva podía interpretarse como un virus o problema. El día cero pudieron ver cumplidas sus inquietudes, y de pronto todo el Mundo Digital se encontró frente al advenimiento de los Tamers, humanos vinculados a un digimon por medio del digivice.

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